jueves, 29 de septiembre de 2011

Machine Head - Unto The Locust


Artista: MACHINE HEAD

Álbum: UNTO THE LOCUST

Estilo: Groove Metal, Thrash Metal

Sello: Roadrunner Records

Fecha de publicación: 23 de septiembre de 2011

Nota: 10/10


MACHINE HEAD parecía haber tocado techo con “The Blackening”. Cuatro años de extensa gira de promoción del álbum, y la excelencia del disco de por sí, hacían del futuro compositivo de la banda toda una incógnita. ¿Había alguna manera de superar aquello? La espera de Unto The Locust” ha sido, por tanto, de grandísima expectación; y debo admitir que en el momento en que iba a pulsar el “play” para dar comienzo a la primera escucha del álbum me sentía como un niño a punto de abrir los regalos de navidad.

I Am Hell (Sonata In C#)” abre el disco como una apisonadora. Primero mediante un vasto medio tempo y después con la tralla absoluta, la más que probable apertura de concierto con esta canción desatará la locura colectiva entre los fans. Caos total. El tema llega a su momento álgido con el empleo de las altísimas tonalidades vocales en el estribillo, y con un emotivo riff, ejecutado primero con guitarras acústicas y después nuevamente en distorsión y que cierra la canción.

Casi sin poder asumir lo que estamos percibiendo ataca “Be Still And Know”, que aun siendo una canción más lenta, fluye fácilmente hacia un melódico estribillo en el cual junto a las voces suena el mismo tapping de guitarras que abre la canción. En la parte central del tema nos topamos con un intercambio de solos de ambos guitarristas que desemboca en una gran melodía a dos voces. Se repite una vez más toda la estructura de riffs, voces, concluyendo con el tapping principal.

Locust”, canción de adelanto que lleva publicada en Internet desde junio, comienza con unas breves guitarras limpias y continúa con un medio tempo parecido al de “Be Still And Know” aunque el puente antes del estribillo y este último dan otro toque más crudo y violento al tema. En el epicentro de la misma van surgiendo varios cambios, primero un riff machacón, y después un parón total, quedándose Rob solo a las voces, y dando paso seguidamente a una melodía de guitarra doble, junto a varios solos que acaban con otra melodía a dos voces. Puente y estribillo suenan una vez más antes del vasto breakdown final.

This Is The End” comienza con un suave arpegio de guitarras limpias, que después de unos fills de batería suena nuevamente pero esta vez en forma de riff con un gran trabajo de ejecución en la mano derecha. Unos acertados blasbeats por parte del baterista Dave McClain lo acompañan hasta la entrada del próximo riff, con el cual también surgen los primeros enérgicos berridos de Rob Flynn. Un estribillo muy melancólico al que acompaña el riff de guitarra ejecutado anteriormente es el momento señalado de la canción.

Con el comienzo de “Darkness Within” uno se da cuenta de que a lo largo de todo el trabajo las emociones están muy presentes. Los componentes de la banda ya subrayaban en diversas entrevistas que este disco, al igual que sus dos anteriores trabajos de estudio, son obras creadas desde lo más profundo de sus corazones, y que esto es lo que los diferencia del resto. En lo que refiere a la canción, corte basado sin duda en las excelentes harmonías vocales a las que se les suman unas acertadas líneas instrumentales. El murmullo de “dururu dururu” antes de los solos y al final de la canción completa un tema muy rico y diverso que conjunta la sutileza y la brutalidad al mismo tiempo. Rabiosa comienza “Pearls Before The Swine”, una canción que es puro MACHINE HEAD. De siete minutos de duración y con largas progresiones, podría haber figurado perfectamente en “The Blackening” hace cuatro años.

La verdad que es una pena que solo sean siete canciones las que componen este “Unto The Locust”, aunque como dicen muchos, los discos breves suelen ser los mejores, no hay más que ver los clásicos “Master Of Puppets” o “Rust In Peace” que tanto habrán influido a la banda, o el mismo “The Blackening” todos ellos con 8 o 9 canciones. Cierra el disco “Who We Are”, en el cual como curioso detalle participan en un coro de voces infantiles los hijos de Rob Flynn y del productor del disco Juan Urteaga poniendo el broche de oro a un trabajo completísimo.

Está claro que la calidad y el nivel de un disco es relativo, y todo es bueno o malo si se compara con otros trabajos, pero independientemente de los gustos de cada uno, “Unto The Locust” brilla a base de luz propia de principio a fin por su excelencia, su perfección en todas las facetas musicales que el disco abarca. Un 10 es la puntuación que merece, por tanto, este disco; porque es un trabajo esplendido de por sí. Eso no significa, aun así, que la banda no pueda aspirar a ninguna meta mayor ni seguir al mismo nivel o incluso superarlo, ya que eso es lo que han demostrado justamente en este trabajo, que aunque algo a la altura de “The Blackening” era impensable, nunca es imposible.

Componentes:

Robb Flynn - Guitarra y voz principal

Phil Demmel - Guitarras

Adam Duce - Bajo y voces

Dave McClain - Batería

Tracklist:

01. I Am Hell (Sonata in C#)

02. Be Still and Know

03. Locust

04. This Is The End

05. Darkness Within

06. Pearls Before the Swine

07. Who We Are

Web oficial: http://machinehead1.com/


Autor: Mikel Yarza

sábado, 24 de septiembre de 2011

Jeff Waters, clínic de guitarra, 15 de septiembre 2011 – Tienda Rockmusic - Oiartzun



Casi en la víspera, pero, afortunadamente, me enteré de que, Jeff Waters, guitarrista y principal estandarte de la banda canadiense de thrash metal ANNIHILATOR se pasaría por Oiartzun (Gipuzkoa) para realizar un nuevo episodio del tour que está llevando a cabo con Gibson con el objetivo de promocionar sus guitarras. Esta era, por lo tanto, una cita obligada para todo aquel seguidor del thrash metal de la vieja escuela y en general para todo guitarrista metalero de la zona.

El evento, organizado por la tienda de instrumentos musicales Rockmusic, estaba previsto para llevarlo a cabo en la tienda misma, pero debido al buen tiempo y la muchedumbre allí congregada, la actuación transcurrió fuera del centro comercial, en plena calle.

Desde el comienzo con “No Zone” hasta el final con “The Trend”, el canadiense repasó las canciones más populares de su banda, sonando entre otras “Stonewall”, “Brain Dance”, “The Fun Palace”, “Refresh the Demon”, “Set World On Fire” o “Alison Hell”, mientras entre canción y canción, respondía detenidamente a todas las preguntas que le venían del público sobre su manera de tocar la guitarra, el equipo que utiliza... Fue todo un deleite observar en acción a uno de los guitarristas más completos que ha dado el género. Además de ser un excelente rítmico, su faceta solista es igual de deslumbrante, y en sus composiciones para la banda, los cuales realiza casi exclusivamente, sabe cuadrar todo a la perfección obteniendo una excepcional mezcla entre brutalidad y melodía.Durante toda la actuación, se le notaba en la cara que estaba disfrutando, y al igual que con las preguntas, al terminar de tocar, fue muy cercano y amigable con la gente y tuvo un momento y una sonrisa para todos y cada uno de los que fueron allí a sacarse una foto, o a que le firmara algún que otro disco; me incluyo entre ellos. Todo un detalle por su parte, ya que hasta el final del evento, en el que se sorteó una de sus guitarras y material adicional de Gibson como camisetas y gorras, estuvo charlando tranquilamente con todos, cosa que, seguramente, pocos músicos de su estatus harían.

Mikel Yarza

domingo, 18 de septiembre de 2011

Anthrax – Worship Music

Artista: Anthrax

Álbum: Worship Music

Estilo: Thrash/Heavy Metal

Sello: Megaforce Records

Fecha de publicación: 13 de septiembre de 2011

Nota: 7/10

8 años han tenido que pasar para poder escuchar un nuevo trabajo de estudio de los thrashers neoyorquinos ANTHRAX. Inestable es la palabra que mejor representa este periodo de sequía, en el cual Dan Nelson persistió dos años, John Bush volvió en un momento de crisis para salvar a la banda las fechas que tenían en los festivales de verano del año pasado y el aclamado Joey Belladona volvió finalmente después de protagonizar en este periodo también una nueva unión y divorcio, que dio lugar después de realizar la gira conmemorativa del “Spreading The Disease” entre 2005 y 2007.

Y es que se respiraba la sensación de que Belladona no podía haber vuelto en un momento más señalado, quizás incluso obligado por la cita, el Big Four influyó considerablemente en el retorno del vocalista más querido por los fans. Así las cosas, la espera de este nuevo “Worship Music” era ansiosa por parte de todo el mundo. Nuevo disco de ANTHRAX, ocho años después y con su cantante referente: todo apuntaba a que la banda nos iba a deleitar con una vuelta a sus raíces del thrash metal de la vieja escuela.

¡Pero no! Para sorpresa de todos, este nuevo disco abarca una gran diversidad de estilos, y en pocos momentos podemos decir que nos encontremos ante un tema de esos de los que caracterizaba a ANTHRAX en su época dorada.

Abre después de la intro, “Earth On Hell”; con un comienzo explosivo y speedico el moshpit será inevitable en las aperturas de los conciertos con esta canción. Después del triunfante estribillo nos encontramos con un vasto riff a medio tempo que precede al único solo de la canción, simple pero acertado. Se repite nuevamente la anterior estructura de “voces – puente – estribillo” y damos cierre a una de las canciones más directas del plástico.

La siguiente en sonar es “The Devil You Know” que ya fue publicada unas semanas antes como segundo adelanto del disco, comienza con un riff thrasher a medio tempo de los que recuerda a viejos tiempos, pero la voz de Belladona dota a la canción de un toque más rockero que culmina en un estribillo extremadamente melódico. Estructuralmente la canción prosigue con los patrones clásicos, lo que hace que puedas prever lo que vas a escuchar a continuación. Aunque solo hayan sonado dos temas completos, mención especial se merece ya el trabajo de Belladona al frente del micro. Unas voces pletóricas y no muy rebuscadas pero que encajan y cuadran con maestría las bases rítmicas de las canciones.

Fight ‘Em ‘Til You Can’t” fue el primer tema que se nos presentó como single, y es el ejemplo de como debería de sonar una canción de ANTHRAX. Seguidos del riff de apertura, unas voces en una tonalidad tenebrosa y una parte más enérgica con los clásicos coros a cargo de Scott Ian prosiguen hacia un estribillo muy pegadizo. Quizás el estribillo mismo sea lo que menos se familiarice con los “old Anthrax”pero es que en una única escucha puedes decir sin problemas: “esto suena totalmente a ANTHRAX. Gran acierto en escoger esta canción como adelanto, ya que como a mí, les habrá metido el gusanillo en el cuerpo a muchos de los seguidores de la banda.

I'm Alive” comienza con unas guitarras limpias y un coro de “ooohoooohooo” bastante emotivo durante el cual el riff se va transformando hasta llegar a su evolución total, en la que si no fuera porque las voces no tienen nada que ver con ello, se parecería mucho al estilo rítmico de RAMMSTEIN. En general una canción mas “soft” pero con un nuevo estribillo pegadizo, su escucha es bastante entretenida.

La verdad que nombrar a los dos interludios del disco “Hymn 1” y “Hymn 2” no es muy rebuscado, de la misma manera que dar a dos canciones el nombre de “Judas Priest” y “The Devil You Know”. No es que no puedan hacerlo, pero la verdad que son detalles que uno debería de cuidar para ser un poco más original.

El sonido de un chelo en “Hymn 1” por lo tanto da paso al de unas campanas para abrir “In The End”, sin duda la canción más oscura del álbum. El primer riff que suena es totalmente tenebroso y su progresión hasta la primera entrada de las voces, muy bien dirigida por el incansable Charlie Benante, que ahora que lo menciono, realiza un trabajo exquisito a las baquetas durante todo el álbum. Las voces sobresalen una vez más en esta canción, jugando un papel clave en el éxito de la misma, ya que ante la repetitividad del riff, las líneas vocales aportan un amplio abanico de melodías y armonías acertadas. La letra de este tema es el particular tributo de la banda a los fallecidos Ronnie James Dio y Dimebag Darrell.

Con un riff muy rítmico y de gran potencia empieza “The Giant”, aunque pasa rápidamente al pegadizo estribillo. Llegados a este punto del disco cabe mencionar que los estribillos suenan mucho más “para todos los públicos” de los que muchos desearían, muy alejados del thrash metal, en parte pegadizos pero en parte ajenos a lo que la banda nos tiene habituados.

Los redobles de “Hymn 2” dan paso a “Judas Priest”, en fin… jajajaja. Este también con una base muy rítmica, le acompaña una melodía que se coreará sin duda en las interpretaciones de directo. Insisto en la importancia del trabajo de Belladona en este disco, ya que todas las canciones en general son muy rítmicas y constantes, y este señor cantante les ha dado un toque maestro de gran calidad.

Crawl” entra con una tonalidad más grave de lo habitual; se puede incluso pensar que varias tonalidades estaban pensadas para ser interpretadas por Dan Nelson o incluso reeditadas para la posibilidad de que los grabara John Bush; de ahí que aunque estemos escuchando la voz de Belladona, a veces parezca que escuchamos la de alguno de los dos anteriormente nombrados. Gran interpretación y adaptación, por lo tanto, en el apartado vocal. En lo que se refiere a la instrumentalización del corte, tema con armonías de intenciones muy oscuras con baterías a medio tempo, factor que lo convierte en más denso todavía.

Nos acercamos al final del disco y nos encontramos con “The Constant”, canción que entra fresca al oído, con un riff base que recuerda a los que empleaba el antes mencionado Dimebag Darrell de PANTERA. Una vez más, las voces y la música entre sí forman un conjunto muy compacto.

Cierra finalmente “Revolution Scream” con un comienzo que nos golpea en toda la cara, y un ritmo enérgico que sostiene a toda la canción muy en la onda de los SEPULTURA del “Roots”, la capacidad imaginativa de Belladona, en cambio, corta con lo que podía haber sido “una canción más” y nos deleita nuevamente con su amplísimo rango vocal. Benante también destaca con unos frenéticos redobles con sus piernas en esta canción. Como curiosidad, después de 5 minutos de silencio en medio de la canción, suena “New Noise”, una peculiar versión de la ya disuelta banda sueca de hardcore punk “Refused”.

En definitiva, contenido sorprendente el de este “Worship Music”, que no por eso falto de calidad, ni mucho menos, pero que sí que denota una nueva dirección en el sonido de la banda, con unos estribillos más populares y con un sonido de guitarras mucho más grave de lo que han empleado nunca, se alejan de lo que les ha caracterizado durante años. Por un lado no hay duda de que sobresale el impecable trabajo de Belladona, pero, y como curioso detalle, por otro lado apenas hay momentos en las canciones que inciten a hacer un señor moshpit. ¿Quién se podía imaginar esto de una de las bandas más festivas del thrash metal? Sin duda disco que causará división y controversia.

Componentes:

Scott Ian – Guitarra
Charlie Benante – Batería
Joey Belladonna – Voces
Rob Caggiano – Guitarra
Frank Bello – Bajo

Tracklist:

01.Worship (Intro)
02.Earth On Hell
03.The Devil You Know
04.Fight ‘em ‘Til You Can’t
05.I’m Alive
06.Hymn 1
07.In The End
08.The Giant
09.Hymn 2
10.Judas Priest
11.Crawl
12.The Constant
13.Revolution Screams
14.New Noise (canción oculta, empieza en 11:10)

Web oficial: http://anthrax.com/

Autor: Mikel Yarza

sábado, 10 de septiembre de 2011

Warbringer – Worlds Torn Asunder



Grupo: Warbringer

Álbum: Worlds Torn Asunder

Año: 2011

Estilo: Thrash Metal

Tracklist:

1. Living Weapon

2. Shattered Like Glass

3. Wake Up... Destroy

4. Future Ages Gone

5. Savagery

6. Treacherous Tongue

7. Echoes From The Void

8. Enemies Of The State

9. Behind The Veils Of Night

10. Demonic Ecstasy

Crónica: Fundados en Los Angeles en 2004, Warbringer han realizado un meteórico ascenso en su carrera en pocos años. Si su estreno discográfico en 2008 con “War Without End” fue un bombazo, tan solo un año después, “Waking Into Nightmares” reafirmó a la banda y la elevó a un mayor estatus debido a sus aplastantes actuaciones en directo. Tuve la oportunidad de verlos en directo en la gira que realizaron a comienzos de 2010 junto a Evile y The Fading y la verdad que fueron absolutamente superiores a las dos bandas. La expectación, por lo tanto, era máxima respecto a este álbum, y que mejor manera de darle comienzo con “Living Weapon”. Corte publicado como adelanto del disco y sin duda el más devastador de todo el álbum, se caracteriza por su base de ritmo rápido, aunque impresiona la exquisita parte a medio tempo en el cual se han marcado unos arreglos extraordinarios. Después de esto se repite de nuevo la parte rápida anterior y concluyen con el tema con una total bestialidad.

Le sigue en segunda instancia “Shattered Like Glass” iniciada con un vasto riff headbanger para instantáneamente dar paso nuevamente a la rapidez. La canción sigue el clásico patrón de “voz – puente – estribillo – solo” pero nos aporta en medio una parte más pesada que seguro que ganará enteros en directo.

“Wake Up... Destroy!” arranca al son de los timbales de batería y un riff lento marca de la casa para cortar por lo sano una vez más y pasar al “tu pa tu pa tu pa” que todos conocemos como thrash metal. Esta bien hacer esto una vez, dos veces.. pero la verdad que al final percibes la sensación de estar escuchando la misma constantemente. Es verdad que la voz de Kevill es algo que caracteriza a la banda de por sí, algo que te sirve para escuchar de primeras y decir “esto es Warbringer” pero el interpretar absolutamente todas las canciones con el mismo rango vocal también las convierte en algo monótonas. Sorprendente, aun así, que contra todo pronóstico la canción dé una nueva vuelta de tuerca y persista en el medio tempo.

La siguiente en sonar es “Future Ages Gone”. Una buena intro atmosférica deriva acertadamente en un riff más cañero pero en la misma tonalidad que la del comienzo. Un estribillo aplastante y nuevas variaciones dan paso a un solo también en la misma línea. En esta canción demuestran como, solamente variando pequeños detalles, puedes repetir el mismo riff de diversas maneras obteniendo un notable resultado.

El comienzo de “Savagery” recuerda de sobremanera a “Seasons In The Abyss” de Slayer, empleando unos arpegios muy parecidos al de la parte con guitarras limpias de este último y en un tempo muy parecido. Pero un cambio de ritmo repentino nos hace obviar lo que en segundos vamos a escuchar: ¡¡THRASH!! jajajaja. No se si me río por no llorar pero la verdad que en el “Waking Into Nightmares” este aspecto era una historia muy diferente. Las canciones eran, por decir de alguna manera, más abstractas, sin estructuras tan marcadas y de esto se valían para introducir infinidad de partes inesperadas y originales en ellas, todo lo contrario a las pautas de composición que han seguido para la creación de este CD. Pero no nos cebemos con este corte; esta observación hace referencia al disco en conjunto y es que esta canción sea seguramente una de las mejores entre el tumulto de parecidos. El estribillo, extremadamente simple, posee una gran pegada y de la misma manera, los riffs y sus cambios de patrón hacen la escucha algo más amena.

Pasado el cenit del álbum, nos encontramos con “Treacherous Tongue”. Directo a la yugular, sin florituras, este es el tipo de canción en el que el quinteto brilla por encima del resto; incluso donde la voz de Kevill adquiere una condición de inigualable, totalmente acertada. Corto pero intenso, apenas excede los dos minutos de duración, incluyendo una enérgica parte intermedia.

“Echoes From The Void” se nos presenta con unas guitarras acústicas de breve duración que dan paso a la máxima brutalidad. Este corte es especialmente violento, uno de los que más mala hostia lleva de todo el plástico. Aunque brevemente, podemos apreciar detalles técnicos como blast beats de parte del nuevo baterista del grupo Carlos Cruz. Llegados a este punto, cabe mencionar su vital importancia para entender el nuevo trabajo de la banda, ya que a diferencia del estilo del hasta hace unos meses integrante de la banda Nic Ritter, el cual era extremadamente veloz, Cruz tiende a realizar ritmos más vastos y pausados, factor que ha influido mucho en el resultado final de las nuevas canciones.

Nos acercamos al final y “Enemies Of The State” suena más fresca de lo que cabe esperar que suene llegados a este punto del disco. Y es que esa sensación de repetitividad que suele hacer acto de presencia cuando ya el CD está en sus últimas se siente más, como he mencionado antes, en alguna de las primeras canciones.

“Behind The Veils Of Night” es de la misma manera que hicieron en “Waking Into Nightmares” la canción instrumental del disco. Un corte curioso, ya que no tiene nada que ver con lo que hemos escuchado hasta el momento, no es que el tema sea malo, pero el empleo de pianos, guitarras acústicas, y básicamente, el enfoque de la canción de por sí, no es coherente con la idea del disco en su totalidad.

Se encarga de cerrar el disco “Demonic Ecstasy”, que concordando con su título, es la canción más infernal del trabajo. El comienzo podría equipararse a un descenso a los infiernos, con las guitarras ejecutando unos riffs totalmente endiablados; ambientación perdura a lo largo de la canción. Este también es otro de los cortes más variados del álbum, sin seguir un patrón estructural fijo.

En definitiva, nos encontramos delante de un señor trabajo de puro thrash metal. Tan puro que quizás han dejado de lado algunas de las cosas que me encantaron en su anterior trabajo. Esto no quita crédito aun así, al concienzudo trabajo que la banda a realizado en busca de un nuevo nivel de calidad, que se ha visto reflejado en el álbum, pero de otra manera diferente; mayormente en la gran mejora en los detalles y arreglos en todas y cada una de las canciones, lo que ha hecho que todo suene mucho más compacto y pulido. Es indiscutible el potencial y la calidad de Warbringer, asique lo único que se puede hacer es esperar y que los hechos hablen por sí solos. Como muchos dicen: el tiempo pone a cada uno en su lugar.

Valoración: 7,75/10

Mikel Yarza