sábado, 10 de septiembre de 2011

Warbringer – Worlds Torn Asunder



Grupo: Warbringer

Álbum: Worlds Torn Asunder

Año: 2011

Estilo: Thrash Metal

Tracklist:

1. Living Weapon

2. Shattered Like Glass

3. Wake Up... Destroy

4. Future Ages Gone

5. Savagery

6. Treacherous Tongue

7. Echoes From The Void

8. Enemies Of The State

9. Behind The Veils Of Night

10. Demonic Ecstasy

Crónica: Fundados en Los Angeles en 2004, Warbringer han realizado un meteórico ascenso en su carrera en pocos años. Si su estreno discográfico en 2008 con “War Without End” fue un bombazo, tan solo un año después, “Waking Into Nightmares” reafirmó a la banda y la elevó a un mayor estatus debido a sus aplastantes actuaciones en directo. Tuve la oportunidad de verlos en directo en la gira que realizaron a comienzos de 2010 junto a Evile y The Fading y la verdad que fueron absolutamente superiores a las dos bandas. La expectación, por lo tanto, era máxima respecto a este álbum, y que mejor manera de darle comienzo con “Living Weapon”. Corte publicado como adelanto del disco y sin duda el más devastador de todo el álbum, se caracteriza por su base de ritmo rápido, aunque impresiona la exquisita parte a medio tempo en el cual se han marcado unos arreglos extraordinarios. Después de esto se repite de nuevo la parte rápida anterior y concluyen con el tema con una total bestialidad.

Le sigue en segunda instancia “Shattered Like Glass” iniciada con un vasto riff headbanger para instantáneamente dar paso nuevamente a la rapidez. La canción sigue el clásico patrón de “voz – puente – estribillo – solo” pero nos aporta en medio una parte más pesada que seguro que ganará enteros en directo.

“Wake Up... Destroy!” arranca al son de los timbales de batería y un riff lento marca de la casa para cortar por lo sano una vez más y pasar al “tu pa tu pa tu pa” que todos conocemos como thrash metal. Esta bien hacer esto una vez, dos veces.. pero la verdad que al final percibes la sensación de estar escuchando la misma constantemente. Es verdad que la voz de Kevill es algo que caracteriza a la banda de por sí, algo que te sirve para escuchar de primeras y decir “esto es Warbringer” pero el interpretar absolutamente todas las canciones con el mismo rango vocal también las convierte en algo monótonas. Sorprendente, aun así, que contra todo pronóstico la canción dé una nueva vuelta de tuerca y persista en el medio tempo.

La siguiente en sonar es “Future Ages Gone”. Una buena intro atmosférica deriva acertadamente en un riff más cañero pero en la misma tonalidad que la del comienzo. Un estribillo aplastante y nuevas variaciones dan paso a un solo también en la misma línea. En esta canción demuestran como, solamente variando pequeños detalles, puedes repetir el mismo riff de diversas maneras obteniendo un notable resultado.

El comienzo de “Savagery” recuerda de sobremanera a “Seasons In The Abyss” de Slayer, empleando unos arpegios muy parecidos al de la parte con guitarras limpias de este último y en un tempo muy parecido. Pero un cambio de ritmo repentino nos hace obviar lo que en segundos vamos a escuchar: ¡¡THRASH!! jajajaja. No se si me río por no llorar pero la verdad que en el “Waking Into Nightmares” este aspecto era una historia muy diferente. Las canciones eran, por decir de alguna manera, más abstractas, sin estructuras tan marcadas y de esto se valían para introducir infinidad de partes inesperadas y originales en ellas, todo lo contrario a las pautas de composición que han seguido para la creación de este CD. Pero no nos cebemos con este corte; esta observación hace referencia al disco en conjunto y es que esta canción sea seguramente una de las mejores entre el tumulto de parecidos. El estribillo, extremadamente simple, posee una gran pegada y de la misma manera, los riffs y sus cambios de patrón hacen la escucha algo más amena.

Pasado el cenit del álbum, nos encontramos con “Treacherous Tongue”. Directo a la yugular, sin florituras, este es el tipo de canción en el que el quinteto brilla por encima del resto; incluso donde la voz de Kevill adquiere una condición de inigualable, totalmente acertada. Corto pero intenso, apenas excede los dos minutos de duración, incluyendo una enérgica parte intermedia.

“Echoes From The Void” se nos presenta con unas guitarras acústicas de breve duración que dan paso a la máxima brutalidad. Este corte es especialmente violento, uno de los que más mala hostia lleva de todo el plástico. Aunque brevemente, podemos apreciar detalles técnicos como blast beats de parte del nuevo baterista del grupo Carlos Cruz. Llegados a este punto, cabe mencionar su vital importancia para entender el nuevo trabajo de la banda, ya que a diferencia del estilo del hasta hace unos meses integrante de la banda Nic Ritter, el cual era extremadamente veloz, Cruz tiende a realizar ritmos más vastos y pausados, factor que ha influido mucho en el resultado final de las nuevas canciones.

Nos acercamos al final y “Enemies Of The State” suena más fresca de lo que cabe esperar que suene llegados a este punto del disco. Y es que esa sensación de repetitividad que suele hacer acto de presencia cuando ya el CD está en sus últimas se siente más, como he mencionado antes, en alguna de las primeras canciones.

“Behind The Veils Of Night” es de la misma manera que hicieron en “Waking Into Nightmares” la canción instrumental del disco. Un corte curioso, ya que no tiene nada que ver con lo que hemos escuchado hasta el momento, no es que el tema sea malo, pero el empleo de pianos, guitarras acústicas, y básicamente, el enfoque de la canción de por sí, no es coherente con la idea del disco en su totalidad.

Se encarga de cerrar el disco “Demonic Ecstasy”, que concordando con su título, es la canción más infernal del trabajo. El comienzo podría equipararse a un descenso a los infiernos, con las guitarras ejecutando unos riffs totalmente endiablados; ambientación perdura a lo largo de la canción. Este también es otro de los cortes más variados del álbum, sin seguir un patrón estructural fijo.

En definitiva, nos encontramos delante de un señor trabajo de puro thrash metal. Tan puro que quizás han dejado de lado algunas de las cosas que me encantaron en su anterior trabajo. Esto no quita crédito aun así, al concienzudo trabajo que la banda a realizado en busca de un nuevo nivel de calidad, que se ha visto reflejado en el álbum, pero de otra manera diferente; mayormente en la gran mejora en los detalles y arreglos en todas y cada una de las canciones, lo que ha hecho que todo suene mucho más compacto y pulido. Es indiscutible el potencial y la calidad de Warbringer, asique lo único que se puede hacer es esperar y que los hechos hablen por sí solos. Como muchos dicen: el tiempo pone a cada uno en su lugar.

Valoración: 7,75/10

Mikel Yarza

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